NUESTRA CASA
UNA
HISTORIA
DE FIDELIDAD
La llegada del confinamiento y la prohibición de realizar reuniones producto de la pandemia desafió a nuestra Iglesia a buscar nuevas formas de compartir el evangelio con quienes anhelaban permanecer cerca del corazón de Dios.
Ante este escenario, Casa Sion jamás dudó en continuar con su ministerio. La palabra de Dios es viva y eficaz en todo tiempo, por lo que prontamente se levantó un equipo que comenzó a ocuparse responsablemente de conectar a la iglesia virtualmente a pesar de las restricciones existentes.
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ALTAR DE ADORACIÓN
Luego de 3 años con la modalidad online, llega como un viento fresco la oportunidad de reacondicionar un espacio en el Valle de Colchagua; Una casa para Sion, un lugar para recibir a todos quienes llegarían a este altar de adoración.
Imaginar cómo sería este lugar llenaba nuestros corazones de agradecimiento por la fidelidad inamovible de nuestro Padre.
UNA CASA PARA SION
Fue así como a través de los líderes del proyecto “Una Casa para Sion” el sueño de tantos años se hizo realidad.
3 meses de planificación, y el proyecto iniciaba su marcha. El trabajo de decenas de miembros de Casa Sion concretó la idea de un templo excelente, que acogiera de manera cómoda a los cientos que habrían de llegar para añadirse a nuestra comunidad.
EL CUERPO DE CRISTO
A lo largo de ese tiempo se fueron involucrando los
diferentes departamentos de nuestra congregación, con trabajos de construcción y limpieza que
fueron embelleciendo y adaptando todo lo necesario para volver a reunirnos como una gran familia que busca la presencia de Dios.