SANTA CENA: UNA MESA SERVIDA EN RESURRECCIÓN

Casa Sion vivió este Domingo un momento significativo y profundamente gratificante. La Santa Cena marcó un nuevo encuentro como Iglesia, que además coincide con una fecha poderosa: el Domingo de Resurrección, día en que recordamos que Jesús venció a la muerte y nos dió una nueva vida a todos los que en Él creemos.

Una Cena Inolvidable.

El Pastor Moises Cerpa, recordó el valor eterno de esta celebración y el origen de la Santa Cena en una historia de Amor, Libertad y Remisión, recordó las 10 plagas de egipto y en especial de la décima plaga, “la muerte de los primogénitos”, donde para ser libres del Ángel de la muerte, el pueblo debía marcar el dintel de las puertas con la sangre del cordero. En ese contexto Dios sella el pacto con el pueblo de Israel. Para conocer la historia completa te invitamos a ver el sermón titulado “Una Cena Inolvidable” en el canal de youtube de Casa Sion, donde el Pastor Moises da una explicación amplia sobre este tema.

Reunidos como una Familia.

Unidos en familia, todos los asistentes compartieron un momento de intimidad, adoración y reflexión donde el Pastor recordó el momento en el que Jesús entregó Su Cuerpo y Su Sangre por nosotros. No fue solo un acto simbólico; fue la expresión máxima del amor divino, el inicio de un nuevo pacto que sigue transformando vidas.

Cada familia presente participó del pan y del vino, recordando con gratitud lo que Jesús hizo en la cruz. Y en un gesto lleno de sentido, un líder de cada familia se levantó para alzar una oración, trayendo cobertura, bendición y propósito sobre sus hogares y sobre el hogar de todos los que participan. Fue un instante donde la fe, la honra y el amor se hicieron presentes, donde el abrazo hacia los que estaban solos se sintió y se unieron para que nadie estuviese solo en este momento celebre y en el que todos se hicieron parte.

Una Cena Inolvidable

“El día de ayer fue una cena inolvidable. Casa Sion ha sido una tremenda bendición para toda mi familia.” Esas fueron las palabras de Félix Bravo, sus palabras reflejan el sentir de muchos que participaron de esta jornada, donde el amor de Cristo fue palpable durante todo el evento.

“Haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19)